top of page

¿Debería haber una asignatura de gestión emocional?

Updated: Jun 28, 2021


HELLO PEOPLE!


La entrada de hoy es bastante diferente a las anteriores. De hecho, no tiene nada que ver, pero creo que es sumamente importante lo que voy a hablar a continuación.


Tras 4 años de profesora de inglés, tan sólo me ha bastado uno como tutora y cerca de 2 años haciendo terapia con psicólogos para trabajar un Trastorno de Conducta Alimentaria, para gritar a los cuatro vientos que hecho en falta en el aula una asignatura que trabaje las emociones, no sólo en la etapa de primaria como últimamente se está haciendo, sino, más importante incluso, en la etapa de secundaria. Sin ir más lejos, me atrevo a decir que considero tanto necesario como obligatorio el que se establezca como asignatura en el currículo, pues al fin y al cabo es una de las cosas más valiosas, entre otras, que podemos dejarle a los alumnos del futuro. Os estaréis preguntando: "¿A qué viene todo esto?", ¿verdad?. Muy sencillo, estos días he tenido la suerte de que una alumna de mi tutoría se haya sentido con la confianza plena y valentía a expresarme lo que realmente le lleva pasando mucho tiempo, y digo suerte, no precisamente por lo que me ha contado, sino porque gracias a que ha sido capaz de pedirme ayuda, va a poder ver una pequeña salida de ese túnel en el que estaba metida. Le he preguntado que porque no me había contado antes todo eso sabiendo que yo había pasado por cosas similares, a lo que ella me respondió: "Me daba verguenza profe", simplemente asentí con la cabeza y le dije "Te entiendo perfectamente". Sé por experiencia propia lo que es eso, y cómo se sentía X, no te ves preparado para pedir ayuda por el miedo a lo que otras personas piensen de tí, en realidad nunca lo estás, pero llega ese momento en el que la situación te supera y necesitas sacar eso que tanto daño te hace por dentro. Ella en este caso, lo ha hecho conmigo, quizás influida por la naturalidad con la que yo les hablaba en las tutorías sobre mi problema, las emociones, y mi terapia con Alex, mi actual psicólogo. Quise hacerlos cómplices de esto desde el primer momento porque mi intención era normalizar algo con ellos que normalmente se oculta y más teniendo en cuenta que cada día, más gente sufre de ansiedad, trastornos, depresiones, etc. y todo derivado principalmente por una mala gestión de las emociones. Y es que en esto, mucho tiene que ver la sociedad, porque lejos de hacernos ver todas las emociones como algo necesario, ya se encargó ella de pintarnos algunas de ellas como negativas, tanto así, que no estaba bien visto sentir emociones tales como la tristeza, ira, celos y/o dolor. La respuesta a esas emociones era muy simple: "no llores", "no estés triste", no está bien sentir rabia", "no hay que tener celos".


Trabajar con las emociones es algo a lo que no estamos habituados, sobre todo porque desde pequeños nos han enseñado a esconder las emociones que nos hacen daño o que molestan a los demás. Seguramente hayas escuchado alguna vez las siguientes frases: “no llores”, “no te enfades”, “pon otra cara más alegre”, “no tengas miedo”… y lo que aprendemos de esta enseñanza es que esas emociones desagradables son malas y no se pueden mostrar.


Si nos enseñaran desde la infancia a identificar y gestionar las emociones, la vida sería más fácil. Yo, en mi caso, no tuve esa suerte, en su momento cuando estudiaba nunca me dieron una clase sobre las emociones, así mismo en casa, mis padres me enseñaron a esconder las emociones negativas. Por esa razón, desde que empecé a realizar las tutorías me planteé trabajar las emociones con ellos porque quería hacerles ver que es importante aprender a gestionar no sólo las emociones positivas, esas las tenemos dominadas porque nos aportan bienestar, sino también esas otras no tan positivas que no nos aportan tranquilidad y las rechazamos. Como reflexión a día de hoy tras trabajar las emociones en tutoría, puedo decir que ha servido bastante, simplemente por el hecho de que esta alumna haya sido capaz de contarme algo que le llevaba mucho años atormentando y le estaba impidiendo vivir porque gracias a eso, ve que hay una posible salida y, por primera vez, como me ha comentado, se ha sentido escuchada por alguien. Estoy hablando de una chica que ha tenido pensamientos bastante serios, con lo cual, la gestión de las emociones es mucho más importante de lo que nos pensamos y considero que tiene la misma valía que cualquier otra asignatura.


Podría hablar mucho más acerca de las emociones y mi trabajo con ellos este año, pero creo que con este ejemplo junto con todos los muchos otros casos de adolescentes y no adolescentes que cada vez más hay con problemas psicológicos, nos basta para ser conscientes de la importancia que ocupa la inteligencia emocional en nuestras vidas.


¡Hasta pronto!

 
 
 

Comments


© All images are used for educational purposes only.
Todas las imágenes se usan exclusivamente con fines educativos.

Blog creado por Jessica Martos Muñoz
Profesora de inglés de Primaria y Secundaria
@YessEdu con Wix 2021

bottom of page